El Archivo Histórico Nacional exhibe en octubre de 2017 como su “Pieza del mes” una correspondencia de la Embajada de España en Rusia, integrada por telegramas del encargado de negocios de España en Petrogrado fechados los días 6, 7, 8 y 9 de noviembre de 1917. Esta selección documental obedece a la conmemoración del centenario de la Revolución Rusa. La iniciativa de «Pieza del mes» tiene como finalidad «difundir los fondos documentales, mediante la exposición periódica de algunos de sus documentos más representativos, bien por su contenido histórico, por las características de su soporte o porque hayan sido sometidos recientemente a un proceso de restauración. Éstos se exponen en el vestíbulo de entrada del Archivo Histórico Nacional, junto a paneles y folletos informativos, para que puedan ser contemplados por usuarios y visitantes». La descripción de los documentos seleccionados es: «Correspondencia con la Embajada de España en Rusia. Telegramas del encargado de negocios de España en Petrogrado. 1917, noviembre, 6, 7, 8 y 9. Archivo Histórico Nacional. Mº_EXTERIORES_H,2993,Exp.16,n.117».
El AHN informó: «El encargado de negocios de la Embajada de España en Petrogrado, Justo Garrido Cisneros, ofrece a través de una serie de telegramas una visión privilegiada de los acontecimientos que culminaron con el triunfo de la Revolución bolchevique.
La Revolución de Octubre (6 al 8 de noviembre de 1917) fue la segunda fase de la Revolución rusa de 1917, tras la Revolución de Febrero. La fecha 25 de octubre de 1917 corresponde al calendario juliano vigente en el Imperio ruso, después abolido por el nuevo Gobierno bolchevique. Para el resto del mundo, bajo el calendario gregoriano, los sucesos se iniciaron el día 7 de noviembre de 1917.
El Gobierno provisional dirigido por Kerenski se vio tremendamente condicionado por el compromiso con las potencias occidentales para continuar la guerra. Esta decisión, además de tremendamente impopular, impedía la aplicación de las profundas reformas que exigía la población y consumía la inmensa mayoría de los recursos del país. La crisis económica, la amenaza del frente para los soldados de la capital (agravada por la cada vez más cercana llegada de un invierno para el cual el ejército no estaba preparado), la desilusión por la falta de reformas gubernamentales y el respaldo al Gobierno provisional de la mayoría de los partidos dejó a los bolcheviques como prácticamente la única alternativa al gobierno y en una posición de privilegio para canalizar el descontento general.
Una visión de cómo se fueron precipitando los acontecimientos nos la ofrecen los telegramas enviados al ministerio de Estado por el encargado de negocios en Petrogrado, Justo Garrido Cisneros. Un telegrama de fecha 6 de noviembre presenta la caótica situación, con víveres para pocos días tanto para los distintos frentes como para la capital, con una creciente anarquía en las provincias y amenazas de los soldados del frente de abandonar las armas, así como la reunión para el día 7 del Congreso Panruso de los Sóviets de Diputados de los Obreros y Soldados, que reuniría a todos los elementos democráticos revolucionarios que se separaron del Consejo provisional de la República por considerar que éste era instrumento del Gobierno y de la burguesía imperialista.
Un telegrama del siguiente día, 7 de noviembre, cuenta el comienzo del levantamiento bolchevique y las medidas desesperadas del Gobierno para garantizar la seguridad del Palacio de Invierno y otros edificios oficiales. El telegrama concluye informando de que en ese mismo momento se había situado debajo de los balcones de la embajada un automóvil blindado.
El telegrama del día 8 comienza con las noticias del vivo fuego de fusilería y cañones alrededor del Palacio de Invierno, a unos 500 metros de la Embajada de España, bombardeo en el que intervinieron dos torpederos
venidos de Kronstadt (uno de ellos el Aurora). A las 12 de la noche se produjo la rendición. El telegrama concluye informando del nombramiento de un nuevo gobierno por parte del Congreso de los Sóviets presidido por Lenin y de la huida de Kerenski.
El telegrama del 9 de noviembre viene a confirmar el triunfo de la revolución, con la confraternización de los soldados llamados por Kerenski para apoyar su gobierno con los delegados del Congreso de los Sóviets. Al mismo tiempo, en el telegrama se muestra la incapacidad de los representantes diplomáticos para tomar una postura conjunta ante la nueva situación.
Estos acontecimientos, reflejados y condensados en estos telegramas, constituyen uno de los momentos más decisivos de la historia mundial del siglo XX. La visión del diplomático español es un reflejo de la visión del mundo, que ve desencadenarse de una manera imparable unos sucesos que quedan magistralmente descritos en el título de la obra de John Reed sobre ellos: Diez días que estremecieron el mundo«.